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Soy Rocío Yllas y acompaño familias en su proceso de vuelta a la conexión

Desde siempre me ha gustado escribir, compartir pensamientos y disfrutar de amigos y familiares alrededor de una mesa simplemente para charlar.

Cuando fui madre, todo mi mundo se tambaleó. Soy de esas mamás que no se hicieron nunca una idea predeterminada de cómo educarían a sus hijos o de qué tipo de mamá quería ser. Y por supuesto, nunca me paré a pensar cómo sería yo como mujer y como pareja tras la maternidad.

Adoro a mis dos hijos, de los que aprendo cada día, y junto con mi marido hacemos un gran equipo.

Conociendo a Rocío Yllas de Crianza Conectada

Mi familia

Mi hija se llama Victoria, es una niña muy especial y ella me ha puesto en este camino. Es mi gran maestra.

Mi hijo se llama Daniel y con él aprendí desde el primer instante que nos conocimos que la vida es hoy, que el mañana es incierto y que hay que disfrutar.

Y mi pareja es mi complemento, mi confidente y mi apoyo, al que amo y admiro profundamente.

Mi familia es enorme, tengo muchísimos tíos y primos, con los que he pasado toda mi infancia, que huele a playa y a campo.

Mis padres han sido mi guía durante toda mi vida, enamorados hasta el fin de sus días y transmitiéndonos infinito amor y respeto. Me siento muy afortunada por todo lo que me regalaron.

Mi historia de reconexión

Mi mundo profesional siempre estuvo lejos de todo lo relacionado con la crianza y la educación. Mi último negocio fue como Agente Comercial en el sector de la moda, un trabajo que me apasionaba y que heredé de mi padre, quien me guía y me acompaña en la vida desde donde quiera que esté.

Sin embargo, a raíz de ser madre, mi vida dio un vuelco. Pero no me refiero al cambio de ritmos, ni a las secuelas del parto. Tampoco hablo del cambio interno que supone conocer el amor infinito y los sentimientos que un bebé, tu bebé, te puede despertar. Me refiero a un cambio mucho más profundo.

Este no se produjo en los primeros meses de vida de mi hija. Ese cambio del que os hablo, se hizo esperar.

Ella fue creciendo y nos empezó a poner en situaciones en las que, inconscientemente, empiezas a elegir cómo educar. Sé que muchas madres hacen esa elección de forma consciente. Deciden cómo van a educar a sus hijos.

Pero esa educación consciente, en muchos casos, está muy ligada a aquellas mujeres que, de alguna manera, están relacionadas profesionalmente con la educación y la infancia.

Conoce a Rocío Yllas de Crianza Conectada
Muchas de nosotras, ajenas a ese mundo, nos convertimos en madres, sin más. Y sin más, empezamos a educar; sin pensar, sin analizar las decisiones que vamos tomando.

El tipo de educación que nos nacía a mi pareja y a mí cuando nuestra hija dejó de ser un bebé, era un estilo más bien autoritario. Hoy sé que tiene ese nombre y se el daño que les puede hacer a los niños. Pero en aquel momento me parecía que era la única opción para tener niños «educados» y «respetuosos». ¿Qué otra forma podía haber?

Y esa era toda la información y formación de la que disponíamos. Tanto el papá como yo somos personas con una mentalidad abierta, y sin embargo, nuestra hija nos puso entre las cuerdas. Nos arrinconó, con toda nuestra sabiduría y nuestra seguridad, hasta el punto de rompernos por dentro.

Una niña de 3 años alzó la voz y dijo basta. Ella fue quien nos sacó los colores como padres y a su manera nos estaba diciendo que así no funcionaría. Que la relación que estábamos construyendo no era buena y que teníamos que cambiar.

Al principio ella nos enviaba estos mensajes, pero estábamos tan ciegos que no supimos leerlo. Lo único que interpretábamos es que nuestra hija tenía que cambiar.

Hasta que llegó un día en el que se produjo la explosión. Fue un día cualquiera, con un conflicto cualquiera, pero algo explotó en mi interior. Algo se rompió. Supongo que ya llovía sobre mojado, y ese día se inundó.

Comencé a buscar ayuda porque por fin, entendí que algo teníamos que cambiar pero no era capaz de averiguarlo yo sola.

Y esa explosión, bendita explosión, me puso un pie en la crianza consciente.

Nuestras vidas cambiaron. Resulta que no era una mujer tan segura como creía, ni tan feliz como me decía a mí misma. Mirar dentro de una misma a veces es doloroso, pero también es muy liberador.

Y así descubrí mi vocación.

Crianza Conectada nació
para ayudar,
para acompañar

Somos muchas las familias que educamos con nuestra mochila a los hombros, de la que vamos sacando recursos de nuestra propia infancia, sin saber que otros caminos son posibles. Y que no es necesario recorrerlo sola.

En todo este camino, no he parado de informarme y formarme para poder ayudarte con tu propio proceso de reconexión, contigo misma y con tu familia. Te cuento mi Formación:

– Soy Coach Familiar por la Escuela Internacional de Coaching Familiar, dirigida por Rocío Gómez Sanabria.

– Máster Profesional en Crianza Consciente en el Instituto Yvonne Laborda.

– Facilitadora de Disciplina Positiva para Familias por la Positive Discipline Association (PDA).

– Liderazgo Integral para el acompañamiento en la Escuela Humanista Alex Rovira.

– «Experto PAS para el acompañamiento en aula y familia de PAS y NAS» en la Escuela Universo PAS.

– Comunicación No Violenta Interna por la Escuela «Conecta y comunica» de Elena Diéguez.

Toda esta formación es clave para ofrecerte un acompañamiento profesional. Sin embargo, es mi propia experiencia, mi vivencia personal de profunda desconexión con mi hija, lo que más me conectará a ti, y lo que me ha llevado a crear un Método propio con el que guiarte.

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